domingo, 27 de abril de 2014

Fame.

Lo oyes y lo escuchas, lo sientes en ti. Sientes que todo está pasando muy rápido y sientes además que de alguna manera tiene que parar. Tiene que parar porque te agobias, tiene que parar porque eres demasiado joven, demasiado nuevo en todo esto y piensas que en cualquier momento ésto puede matarte. Pero al mismo tiempo no quieres que pare, no quieres dejar escapar esta oportunidad. Solo quieres dejarte llevar y ser feliz en estos momentos que tanto has ansiado. Dejarte llevar para siempre, sintiendo que no va a parar, que la fama siempre va a estar ahí para lo bueno y para lo malo hasta el resto de tus días. 
Pero la fama no dura por siempre, y tienes que ser capaz de, en el mismo momento en que la locura y la adrenalina se han apoderado de ti, poner en orden tus pensamientos y organizar todo aquello que debes hacer. Asumirlo y pensar que no eres nadie, solo algo que ha tenido suerte de casualidad, que tienes que demostrar a todo el mundo que no ha sido de casualidad, que de verdad vales para esto, que de verdad quieres que tu vida gire en torno a ello. Y es en ese momento en que tu mente vive en dos realidades: la realidad de la fama y la realidad del fracaso. Es necesario que te sientas fracasado, que sientas que no sirves para nada, es necesario que creas que de verdad tu éxito fue un golpe de casualidad. Es necesario que pienses eso porque, en el momento en que pienses que vales para ello, que tu vida ya está resuelta, será cuando estés perdido. 
Tienes que reinventarte una y otra vez, y esa es la parte oculta del mundo de la fama. La Fama resalta todo aquello en lo que creíste, lo hace mágico y abrumador para todo el mundo, pero al mismo tiempo lo mata, lo hace único y vulnerable. Lo destruye en cientos de pedazos porque tú jamás podrás hacer algo igual si quieres seguir en este mundo. Lo anterior que hiciste ya no vale, los momentos de gloria ya no valen. Sabes que tienes que avanzar, continuar, que no es nunca un buen momento para disfrutar de la fama porque si llegas a hacerlo, esta desaparecerá. Tienes que destruir aquello que lograste mientras todo el mundo te reclama y te idolatra. No puedes disfrutar, no puedes dejarte llevar, solo te queda empezar de cero para conseguir brillar antes de que ésta se acabe.
La fama te lo dará todo y al mismo tiempo te dejará solo, te dejará al igual que empezaste y cada vez será más difícil cavar en ti mismo para descubrir nuevas pasiones. Es difícil encontrar un yo nuevo, es difícil sumergirte en lo más profundo de ti mismo para encontrar aquello que nunca prestarte atención. Por cada momento de Fama tu yo actual se destruye poco a poco, obligandote  a proseguir si es que quieres seguir avanzando.
Nunca tendrás nada, nunca conservarás nada, pero al mismo tiempo lo tendrás todo. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario