viernes, 29 de abril de 2016

God Knows I Tried.

No entiendo por qué todo se ha vuelto tan espeso. Por qué vivo en un refresco con el que me he atragantado. El tiempo se acaba, todo lo que he estado viviendo se acaba. No quiero despertarme nunca.
Se supone que tenía muy claro lo que quería, que las cosas iban a salirme bien ¿Por qué he dejado de pensar eso?¿Por qué lo veo todo tan negro? Supongo que ha sido porque las cosas han cambiado. El futuro es muy nítido cuando es lejano. Es más divertido imaginarlo cuando es lejano, todo parece más claro. Es un detalle un poco irónico. Es un detalle pequeño, pero infinitamente importante. El futuro es como un espejismo, una imagen nítida que desaparece cuando te acercas.
¿Por qué ha desaparecido tan rápido?¿Cuando se han secado las palmeras?
Yo podía haberme ido a cualquier sitio. Yo podría haber escrito mi futuro en cualquier ciudad. Realmente puedo irme a cualquier sitio. Y yo nunca hubiera elegido ese sitio como destino.
Ese sitio siempre había sido complicado. Lo odiaba, siempre me pareció demasiado cruel, demasiado inhóspito. Siempre me pareció la jungla de asfalto que me habría tragado por siempre pasados unos minutos de estar allí ¿Cómo iba a sentirme feliz allí? ¿Cómo iba a no perderme entre toda esa gente?¿Donde quedaba mi identidad? Pero de pronto se iluminó y los neones comenzaron a parecerme bonitos. Empezó a brillar como si no fuera a apagarse nunca.
La ciudad era muy bonita contigo, la ciudad me invitaba a irme a vivir allí. Todo parecía perfectos si estabas tú. Pero supongo que eso da igual ahora, que las cosas se apagan y vuelven a ensuciarse. Y al igual que Salamanca esa ciudad también podía perder su brillo.
Tengo mucho miedo de lo que pueda pasar. Antes no me daba miedo porque pensaba que ibas a estar tú. Eras un salvavidas, no importaba nada si la ciudad me quería o no, Con saber que me querías a mí me bastaba. Y pues ahora no sé hasta cuando vas a estar en mi vida pese a acabar en la misma ciudad.
No entiendo por qué dices que las cosas han cambiado, no entiendo por qué tenemos que hacer lo que dices siempre. Yo también siento cosas, yo también puedo opinar. Para mí las cosas no han cambiado, para mí siguen como siempre. Yo no tengo la culpa de que hayas cambiado de idea. Pero parece que da lo mismo. Soy yo el que se jode, soy yo el que no puedo decir ni hacer nada. Bastante haces con dedicarme tiempo y todas esas cosas que dices que haces por mí. Parece que te debo la vida, que es un esfuerzo enorme para ti hablar conmigo y que debería agradecértelo a cada día.
Oh dios mío qué afortunado soy.
Me duelen esas cosas, me duelen porque yo estaba muy ilusionado. Me duele que después de todo lo que hayamos pasado juntos parezca increíble que las cosas no hayan avanzado. Podíamos haberlo intentado, pudimos pasar tiempo juntos. Yo puse de mi parte, yo hice todo lo posible por verte. Pero no sé, tú dices que las cosas cambian y  que no me queda otra que aceptarlo, joderme y pasar por lo de siempre. Total, supongo que al final eres uno más, pero eso lo has decidido tú.
Me duele pero tampoco estoy escribiendo ahora para decir todas las cosas que no me gustan de ti. No quiero hablar mal de ti. Hay mil cosas de ti que me encantan. Por eso me gustas, porque siempre pensé que estaríamos muy bien juntos.
Supongo que los sueños y el futuro siempre van de la mano. No podemos tener sueños pasados, ni siquiera sueños presentes. Siempre van de la mano y yo ahora tengo que mirar hacia el futuro sin tener presente ese sueño que tanto deseaba; y es más difícil de lo que me imaginaba.
Cuando empecé la carrera yo solo quería ser artista. Suena infinitamente ridículo pero era lo único que quería. Me daba igual todo lo demás. Crear me hacía feliz, hacía que me olvidara de todo lo que no me gustaba, y me sigue haciendo feliz. De hecho creo que es para lo único que valgo y por eso me da tanto miedo el futuro. ¿Si no valgo para esto entonces qué me queda? Por eso me da tanto miedo irme y fracasar, volver con las manos vacías. Voy a morirme como no encuentre algo, no podría soportarlo.
Es demasiada presión todo lo que va a venir. Es horrible pensar que tu futuro va a ser horrible. Intento pensar que no va a ser así, que las cosas me van a salir bien, pero no soy capaz de hacerlo. Me da miedo, me da miedo no poder seguir pintando, no tener dinero. Me da miedo no poder quedarme allí, no quiero volver a casa.
Y no sé qué hacer, e intento hablar las cosas contigo, que me ayudes, que me digas que no me preocupe, que eres mi amigo y vas a estar ahí. Pero no parece que quieras hacer nada. Se supone que somos amigos, que soy de tus mejores amigos como tú bien ya has decidido, pero no me ayuda nada contarte esto. Supongo que por eso estoy escribiendo esto, porque no tengo a nadie con quien hablar de esto con sinceridad, porque nadie me da soluciones. Que la gente lo entienda no me ayuda, no me sirve de nada. Yo solo quiero alguien que me salve, al igual que hiciste tú el año pasado ya casi por estas fechas.
Supongo que tú ya me has salvado una vez, que ya me ayudaste todo lo que me tenías que ayudar. Realmente me salvaste, me quisiste cuando yo no quería saber nada de nadie ni de nada. Las cosas hubieran sido muy diferentes si no hubieras estado tú. Puedo decir sin exagerar que hubiera intentado desaparecer de no haber aparecido tú, que las cosas se hubieran torcido y me hubiera costado muchísimo más volver a ser yo.
Me salvaste y me quisiste. Me hacías feliz cuando nada lo hacía. Era horrible estar mal todo el día, era horrible estar mareado, con ansiedad, depresión y mil historias más que ni siquiera sé describir. Pero tú estabas ahí. Y yo intenté valorarte todo lo que pude, intenté quererte todo lo que pude, pero yo no estaba bien. Yo  no podía hacer todo lo que quería. Puede que la culpa fuese mía. Puede que las cosas acabaran cambiado porque yo no supe hacer las cosas bien. Que tú también necesitabas que te salvaran y yo no supe hacerlo tan bien como lo habías hecho tú conmigo.
Muchas veces no entiendo nada, muchas veces pienso que qué ha pasado para que las cosas hayan cambiado. Yo te sigo queriendo, queriendo dar cosas por ti, pero tú no lo ves igual. No lo ves igual y yo tengo que respetarlo.
Aun así es eso, me has hecho feliz cuando nadie quiso hacerlo. Y me has regalado algo que nunca nadie me había regalado. Me has regalado una ciudad entera, me has regalado Madrid. Y pase lo que pase un regalo es siempre un regalo, sin tener ni idea de qué es lo que va a ocurrir.
29/04/2016

jueves, 31 de marzo de 2016

iT´s yoU

Nunca pensé que en este momento escribiría sobre mi pasado. Siempre he estado pensando en escribir sobre el presente, escribir sobre lo nuevo y sobre "el nuevo tú". Digo "el nuevo tú" por decir algo, porque tenéis cosas en común pero realmente no tenéis nada que ver. Sois muy diferentes y, sinceramente, a veces pienso que habría sido más feliz estando contigo. Tú nunca me hiciste daño, nunca sentí daño por quererte. Había muchas veces que quería verte, que sentía la necesidad de que nos viéramos. Pero era algo soportable, algo que no me preocupada. No se me hacía tan difícil como con "el nuevo tú".
Una vez me dijiste que fuera a vivir a tu ciudad. Una vez me dijiste que lo dejara todo por ti, por estar juntos. No entiendo qué podría pasarte ese día, no entiendo qué pensaste ni qué pensé yo sobre ese salto tan grande. Supongo que me acojonaría, supongo que me parecería una locura ¿Qué iba a hacer yo en un lugar tan lejos? Con la cantidad de inseguridades que tenía yo. Me hubiera costado la vida, habría sido de lo más arriesgado que hubiera hecho, Pero, a fin de cuentas, estabas tú. Estaba seguro que, de que hubieran salido bien las cosas, yo hubiera sido capaz de irme allí a buscar la felicidad y esas cosas.
Lo pasábamos muy bien juntos, me ayudabas a crecer como persona. No entiendo qué fue de tantas y tantas horas enfrente de la pantalla de mi ordenador contándote las miles de historias que pasaban por mi cabeza. Estábamos llenos de historias, y de repente desapareciste.
Recuerdo el día que el alcohol se adueñó de tus pensamientos. Habías salido y habías bebido, yo también había bebido. Me llamaste casi llorando y aún recuerdo cada uno de los tequieros que me dedicabas mientras abrazabas al váter. Vomitaste más que la cena durante aquella noche.
Pasaron dos largos años de conversaciones y tequieros y por fin decidimos quedar. Yo no me lo creía. Saber que iba a verte ha sido una de las cosas más maravillosas que sentí durante ese año. Eramos tú y yo, frente a frente, y cuando te vi en el tren jamás te había visto tan guapo. Eras como un sueño, como algo que sabía que estaba enfrente mío pero que pudieras desvanecerte en cualquier instante. A veces pienso si realmente existías, si existías o solo eras una creación de mi mente. En todo caso, serías de la mejores cosas que ha creado mi mente.
Pero te fuiste, me desconcertaste y te marchaste. Y no entendí nunca el por qué, ni el por qué de no contestarme. Desapareciste sin dejar rastro, y poco a poco te fuiste de mi mente también.
No lo pasé demasiado mal por ti, me dolió perderte pero supongo que el hecho de que estuvieras tan lejos hizo que nunca te notara cerca. Cuesta mucho más olvidar a aquellos que tenemos cerca. Por eso al que tengo tan cerca despierta mucho más dolor de lo que hiciste tú.
Antes he dicho que hubiera sido más feliz contigo. Realmente no lo sé, no tengo ni idea de cómo habría sido la vida contigo. Qué hubiera pasado si me hubiera largado tan lejos y hubiera intentando algo contigo. Fuiste tú el que no quisiste eso, fuiste tú el que borraste ese futuro de mi persona. Y pues es verdad que no sé qué es lo que hubiera pasado.
No llegué a conocer tu parte mala, no llegué a conocer aquello que no me gustaba de ti. Supongo que no puedes querer a alguien cuando ves solo las cosas buenas. El amor no es del todo real cuando solo ves cosas maravillosas en las personas. Tienes que conocer lo malo, conocer el daño que te ha hecho y el que puede llegar a hacerle, aquello que odias y amas al mismo tiempo.
Contigo no llegó a ocurrir nada de eso. Eras perfecto y ya, te largaste, por eso supongo que el disgusto me duró poco.
Ahora todo es diferente, con "el nuevo tú" es diferente.  Conozco lo malo, lo que me hace daño y, sorprendentemente, eso hace que le quiera muchísimo más. Por eso digo que sois diferentes. Esta vez he aprendido a querer mucho más, a extrañar a alguien con todas mis fuerzas, a romperme por dentro cuando siento que no soy correspondido. Son cariños diferentes, tu cariño era más idílico, más perfecto. Tú eras como agua y, aunque suene ridículo este tópico, el de ahora es más como el fuego.
Y supongo que está bien así, que si quisiste desaparecer sería porque sentiste que ya no quedaba más que hacer conmigo, que no ibas a darme aquello que yo deseaba e hiciste bien en irte y no hacerme daño. Sé que no quisiste hacerme daño. Sé que te asustaste y que incluso después, meses después, tuviste el detalle de explicármelo. Supongo que fuiste alguien que yo necesitaba, alguien que me hizo crecer y evolucionar, a enseñarme a creer que había más chicos como tú y como yo. Tú me ayudaste a no sentirme tan solo.
Esta noche yo no iba a escribir nada, no sabía qué escribir. No quería escribir sobre el de ahora porque pensaba que me haría daño. No sabía qué escribir, y de repente he encontrado un texto tuyo. No hablabas de mí, aunque los sucesos que ocurren me los contaste en su día a medida que pasaban. Te he leído y me he acordado de ti, he querido escribir sobre ti. Gracias por devolverme las ganas de escribir, por hacer que me interese un texto cuando hace mil años que no leo ni escribo nada para mí. Acordarme de ti ha hecho que me acuerde un poco de mí. A dedicarme algo de tiempo y acordarme de cuando estaba bien y podía hacer lo que quisiera con certeza de que las cosas me harían feliz.
Gracias por devolverme a ese momento. Gracias por darme valor y hacerme recordar que hay más cosas a parte de lo nuevo, a que tengo que seguir mi propio camino y aceptar que cuando hay un "no" el mundo nunca dejara de existir.
Y sí, bueno, aunque las cosas hayan cambiado, sigo acordándome a veces de ti.