viernes, 13 de junio de 2014

Old Money.

Estás sentado delante de un montón de cubiertos de los que apenas conoces su uso. El mantel de lino está impecable en el esplendor de su blanco y las copas parece como si hubiesen sido creadas ese mismo día. La gente habla, come, se ríe. Están todos engalanados con sus preciosos trajes y parece que les hace felices verse todos en esta situación.
Las celebraciones son algo extraño, y mucho más esas en la que se reúne gente diferente, esa gente que hace años que no ves pero que ahora quieres que venga. Puede que si que quieras que vengan o puede simplemente que lo hagas porque quieres quedar bien, todas las opciones son válidas. El caso es que ahora estás ahí, en una comida familiar de esas en las que conoces solo a la mitad de la gente que está en torno a una mesa mucho más grande de los demás.
 La gente habla, disfruta, no parece prestar más atención que esa y estoy ahí, sentado con un intento de traje que me es incómodo y con una cara también propia de una situación incómoda. Pero bueno, realmente no me importa, sabía que esto iba a ser aburrido, sabía que no iba a hablar con nadie, sabía que no iba a conocer a la mitad de los presentes y sabía también que a los que conocía lo máximo que llegaría a decir sería poco más de un "hola" y "adiós".
Parece que no me importa, parece que no pasa nada, que realmente esta es una parte de ti que tan solo estará durante un tiempo. Es como esas típicas historias de una persona que no se siente a gusto con su familia, que es diferente y tiene ganas de vivir cosas nuevas. Esas historias son bonitas, suelen ser de gente que cumple sus sueños y que se dejan llevar por lo que siempre han querido. Pero a veces no pueden aplicarse al mundo real. Más que nada porque parece que llega un momento en el que piensas "¿De verdad tengo esa emocionante vida esperándome?¿De verdad es posible conseguir esas fantasías?" y es cuando te das cuenta de que no. Naciste sin nada, viviste sin nada y moriste sin nada.
Siempre ha sido importante buscar una identidad, parece que es lo único que queremos en esta vida, tener nuestra propia vida. Soñamos con cosas que de alguna manera pensamos que nos harán felices, independientemente de si cuando llegan nos lo hacen o no.
Pero...¿Qué ocurre cuando no tienes nada? Con mi familia no tengo nada, y fuera de ella parece que tampoco tenga nada. Mi cabeza quiere pensar que te tengo a ti, que no tengo nada de qué preocuparme, que algún día las cosas entre nosotros cambiarán y estaremos mejor que nunca. Pero es lo que mi cabeza quiere, el engaño que quiero creerme.
Y es que no he avanzado nada desde hace tiempo. Ya lo he hecho cientos de veces, ya me he arrastrado cientos de veces, ya he estado destrozando mi cabeza por cosas que no valen la pena. Y creo que tú no vales la pena.
Cuando alguien no quiere verte, cuando alguien no tiene tiempo para ti es porque realmente no le interesas tanto como pensabas. Y esto será así para siempre, así que deja de creer que te va a salir bien, deja de pensar que lo va a meditar fríamente y de pronto vais a ser eternamente felices. Esas cosas no existen, esas cosas no pasan, la gente no se levanta una mañana y decide que quiere estar de verdad contigo. Esas cosas sólo las piensas tú porque no eres lo suficientemente fuerte como para comprender la realidad.
Y es triste, porque de alguna manera esas esperanzas son las que hacen que piense que tengo una vida más allá de la que yo creía, que avanzaré y no me quedaré atrapado en esa mesa y con esa cubertería para siempre. Pero para eso tengo que ser realista, tengo que saber ver la realidad y ver que realmente yo le importo una mierda, que solo soy un capricho suyo del que ya se ha cansado.
Y sí, solo he sabido ser un capricho, nunca he sido nada más y debería dejar de estar pendiente de ese tipo de gente que aún continúa formando parte de mi mente. Es triste, realmente triste. ¿Dónde quedó el amor propio?¿Dónde quedó la dignidad y la independencia? Solo queda la dependencia, la dependencia de algo que no existe.
Pese a todo esto sé perfectamente que el día que me digas que quieras verme, pese a saber que solo es por interés, irremediablemente sé que te diré que sí, que olvidaré todo lo que ha pasado y que tendré nuevas esperanzas. Y ahí será cuando pensaré que puedo ser feliz de nuevo para después darme otra vez la hostia.
Te veré, me ilusionaré, me harás pasar una de esas tardes tan perfectas que hace tanto tiempo que no vivo y desaparecerás. Me volverás a decir otra vez algo tipo "hasta la próxima" y desaparecerás hasta la próxima vez que quieras tener a alguien que te lama el culo y te haga subirte el ego.
Y lo peor es que te lo permitiré, que dejaré de hacer todo lo que tuviera pensado para ir a verte, para pasar aunque sea unas horas contigo pese a que sé que yo para ti no importo nada. Y la verdad es que no lo entiendo, no entiendo ni tu postura ni la mía. No entiendo cómo alguien puede estar ilusionando a alguien cuando sabe de sobra que no le interesa y tampoco entiendo cómo me sigo creyendo que algún día seremos solo tú y yo.
Y es que yo tampoco pido tanto, solo pido verte de vez en cuando. Yo tampoco quiero que pasemos el resto de nuestra vida juntos, ni que seamos ese tipo de parejas repelentes que dejan de ser dos para convertirse en uno solo. No pido tanto, solo vernos un par de veces por semana y que te preocupes un poco por mí. No quiero alguien que se desviva, solo alguien que sepa que estará ahí, alguien que yo sepa que le importo.
Pero pasarán las semanas y seguiré pensando en ti, buscándote con la mirada por todas las calles deseando que seas tú, fijándome en todas las discotecas para ver si consigo distinguir tu figura y preguntándote de vez en cuando que qué tal estás para que después me contestes que estás demasiado liado para quedar conmigo.
Una semana, y otra, y otra, y cuanto más pases tú de mí, cuanto más daño me hagas y cuantas más largas me des... más ganas tendré yo de verte y estar contigo.
Pero todo esto es ridículo, completamente ridículo. Las semanas pasan y no puedes vivir así, no puedes sentir que necesitas a una persona todos los días de tu vida y más cuando vas viendo que cuanto más tiempo pasa, más pasa él de ti y más se aleja de tu vida. Y ya ese pensamiento va desapareciendo. Ya no es tan bonito tener presente que le querrás para siempre. Ese pensamiento romántico comienza a darse la vuelta y a matarte poco a poco, a destruir todo lo que eres.
Te echo de menos, quiero que las cosas sean diferentes, quiero que estés conmigo y es que si no es así mi mente no estará bien, yo no estaré bien. Estoy obsesionado, es todo una maldita obsesión, es la obsesión la que me está matando. Y lo peor es que no sé cómo solucionarlo, no sé cómo voy a hacer para que desaparezcas de mi cabeza. No sé qué hacer para que esa obsesión que he creado hacia ti sin saber por qué se pierda y me haga ser yo de nuevo.
Y supongo que esta obsesión ha surgido porque estoy perdido, porque no encuentro lo que realmente me gustaría. Porque me paso el tiempo buscando, buscando, buscando y no llego a encontrar lo que se supondría que debería. Eso, o que soy un completo estúpido y no soy capaz de darme cuenta de que lo que necesitaba lo encontré ya hace tiempo. No sé nada, no sabemos nada, y no sé cómo solucionar todo esto.
Creo que podía haber sido cualquiera, que mi obsesión ha surgido hacia ti como podría haber surgido hacia cualquier otro, aunque he de reconocer que ahora mismo no creo que esto sea verdad. Nunca antes me había sentido tan a gusto con alguien, y creo que esta es la principal excusa por la que para mi mente tú vales realmente la pena.
Estoy enfermo, realmente enfermo, la gente normal no hace este tipo de cosas. La gente normal se enamora, lo pasa mal y lo supera pero ahora no sé qué voy a hacer. La gente no pierde de una forma tan brutal el sentido de su vida ante una situación así. Pero yo estoy perdido y, como he mencionado antes, necesitaba un clavo al que aferrarme. Y en el momento que siento que se dispersa yo también me disperso y me pierdo en la niebla, una niebla que yo mismo he convertido en mi hogar.
Me quedan aquí apenas unos días y la verdad es que cuando se acaben no sé qué haré con mi vida, no sé qué haré para poder arreglarme y poder volver a encontrarme. Lo único que esperaba al quedarme estos días es que pudiera volver a tener la oportunidad de verte y de despedirme de ti, de sentir de que de alguna manera todo lo que ha pasado ha servido para algo y que le he importado a una muy pequeña parte de ti.
Pero no creo que quieras quedar conmigo, no tenemos nada, no podemos hablar de una despedida ¿Qué pensarías si te dijera que quiero despedirme de ti? Y es que lo que hemos tenido ya dejo hace tiempo de tener una estabilidad que me permitiera poder decirte eso. Pero la estabilidad de acabó, tú haces tu vida, tú eres feliz con tu vida. No puedo pedirte eso.
Así que supongo que me iré, me iré con esa horrible sensación que crea mi cabeza y que me convence de que no puedo vivir sin ti. Esa sensación que hace que sienta que no soy nada sin ti.
Y después llegará ese momento en el que la gente me pregunte por ti, que quiera saber qué pasó con aquel chico que me estaba haciendo tan y tan feliz. Entonces tendré que responder y a ellos realmente no les extrañará mi respuesta "otro que pasó de mí, otro para el que yo no era suficiente" y es que es así, siempre ha sido así y no os podéis imaginar lo mucho que me gustaría que fuese diferente.
Un amigo me dice siempre que no me preocupe, que hay muchos hombres en el mundo, que cuando menos me lo espere lo encontraré y seré realmente feliz. Pero eso no llega, eso se queda lejano. Siempre me lo dice cada vez que pierdo, cada vez que estoy mal, cada vez que siento que te necesito y cada vez necesito creérmelo más. Pero cada vez se me hace más difícil.
Sueño contigo todas las noches. Sueño que me quieres, sueño que me haces daño, sueño que repetimos momentos una y otra vez. Y, al levantarme... Al levantarme solo hay una sensación de vacío, un dolor en el pecho que hacía años que no sentía con tanta intensidad. Es un dolor amargo, que te consume. Un dolor que parece que ha creado un gran agujero dentro de ti. El Bastión Hueco del que nunca nadie supo salir.
Y es que es ver algo tuyo y darme un vuelco al corazón, sentir un millón de cosas en tan solo un momento, quererme morir en ese instante. Y eso no es normal, eso no puede ser normal. No pude ser que me ponga como nunca me he puesto solo por el hecho de ver una foto tuya. No es normal, no es normal, no es normal...
Te voy a echar de menos, necesito ayuda, te voy a tener presente aunque llegue el verano. Necesito ayuda. Te voy a tener presente, necesito ayuda, aunque sepa que estás lejos y que puede que nunca te vuelva a ver, que nunca te vuelva a besar, que nunca vuelva a sentir que te puedo tener. Y será un verano horrible, un verano donde lo único que quiero es curarme y volver a ser yo para que, cuando llegue Septiembre, yo ya pueda volver a ser esa persona que tenía una mente rota pero que al menos era capaz de controlar.
¿Qué va a pensar cualquier persona que vaya a leer esto?¿Qué pensarías tú si lo leyeras? Si tú lo leyeras no querrías saber nada más de mí en la vida, si cualquier otra persona lo leyera pensaría que estoy enfermo, que estoy completamente loco pero en el sentido negativo, que estoy loco para mal, que soy un completo obsesivo y que a saber qué sería capaz de hacer en este grado de obsesión. Y no les culpo, no les culpo porque yo también estoy realmente preocupado. Yo también tengo miedo de mí mismo, tengo miedo de no poder salir de esto, tengo miedo de hacer algo de lo que realmente me arrepienta. Porque lo peor de todo es que yo no debería estar así, que yo debería estar intentando ser feliz. Lo que me ocurre no es ni mucho menos para hacer de mi vida todo este drama. Pero no soy capaz de evitarlo, no soy capaz de verlo de otra manera. Quiero sentir que no me importas, que me da igual, que tengo cosas mucho más importantes en mi vida pero no soy capaz de verlo. Solo puedo obsesionarme con que no te tengo en mi vida y castigarme a mí mismo una y otra vez por ello llegando al punto de ser un enfermo mental.
Los últimos días de Junio se terminan, los últimos días aquí se mueren. Mis ganas de vivir se mueren y yo solo quiero que acabe esto, solo quiero salir adelante, solo quiero encontrar esa ayuda que necesito. Necesito ayuda.
26-06-2014.


miércoles, 4 de junio de 2014

White Rabbit.

Supongo que ahora estás en ese momento donde solo quieres llorar, donde quieres que todo sea dramático. Siempre pensaste que lo dramático estaba bien, que lo dramático te ayudaría con todo pero ahora no tienes tiempo para ello, no puedes hacer un drama de todo.
Los días pasan y cada vez te sientes peor, cada día estás más perdido. Parecía divertido probar todas esas cosas, probar cosas que tienen la capacidad de hacerte sentir lo más grande del mundo pero a la vez hacerte sentir lo más pequeño. Parecía divertido, aunque a mi la verdad es que últimamente todo me parece divertido. Es como que una solución aparece en tu vida en forma de sustancia y, sin más, decides probar a ver qué ocurre. Los pensamientos se suceden, viene la euforia y la diversión y sientes como que por fin comienzas a pasarlo bien en los mundos oscuros de la fiesta. Al día siguiente la cosa es más preocupante, no sabes ya quién eres, en quién te estás convirtiendo.
Las cosas últimamente están pasando demasiado rápido y cada vez entiendo menos cómo solucionarlo. Sé que esta entrada está siendo un tanto rara y esto solo parece una sucesión de rayadas mentales que no tienen sentido, pero es más que eso. Es como que necesito ordenar todo esto porque de lo contrario me perderé, me perderle y cada vez hay menos posibilidades de que me encuentre.
La noche avanzó y la sustancia empezó a hacer su trabajo. Parecía bonito experimentar cosas nuevas y esa noche, como yo mismo esperaba, aquello me hizo grande, realmente grande y todo parecía como si estuviese preparado, como si el destino quisiera que todo eso pasara.
Vi a mucha gente bailando, multitud de gente que se apretaba y se empujaba por encontrar su hueco en aquel lugar.Y fue entonces cuando de vi, te pusiste detrás de mí para hablar con alguien. No me lo creía y me puse nervioso, no sabía qué hacer y finalmente decidí saludarle, saludarte pese a recordar al verte todo lo que había pasado.
Todo había empezado hacía unos dos meses, durante unas semanas donde nos vimos con frecuencia y donde parecía que las cosas no iban a salir del todo mal. Pero eso son estupideces que pienso en mi cabeza, igual que siempre, porque por su culpa me he llegado a sentir de lo más estúpido del mundo.
Se suponía que ya habíamos hablamos del tema, se suponía que ya hablamos de si queríamos seguir viéndonos o no. Yo le había dicho que no me diera largas, que si de verdad no quería quedar conmigo que me lo dijera, que no quería seguir haciendo el subnormal si yo en realidad le importaba una mierda. Su respuesta fue que claro que quería que nos viéramos, que claro que le gustaría seguir con esto. Y claro, es una de esas respuestas que no te esperas, que parece que por fin las cosas están saliendo bien y soy yo el único que se está rayando la cabeza.
Pero esa respuesta no se cumplió. Yo estaba feliz, pensaba que después de todo él sí podría llegar a ser diferente, que si había dicho eso sería por algo y que podía de alguna manera fiarme de él. Pasé casi un mes preocupándome por ti, preguntándote que qué tal estabas, solo yo, siempre yo. Y un día, un día en el que las cosas estaban ya bastante mal fue cuando ya decidí pasar de ti y dejar de hablarte. Y aquello me dolió, porque una parte de mí no quería hacerlo pero yo sabía que era lo correcto, que no eras el primer tío que se reía de mí y que ya me había arrastrado demasiado haciendo lo mismo que esta vez con otros tíos pasados.
Debía ser fuerte y dejar de pensar en ti, dejar de hablarte, seguir con mi vida como si nunca hubiera pasado nada pese a que has sido el tío con el que más a gusto he estado.
Pero esas cosas no funcionan conmigo, más que nada porque tengo la absurda manía de querer entenderlo todo y saber qué era lo que había pasado. Todo hubiera sido más fácil si hubieras sido capaz de poner un simple "no me interesas, no me gustas, no eres lo suficientemente bueno para mí" tal y como pronunciaron otros en su momento. Pero la respuesta desconocida hacía que me preocupara y que no pudiera avanzar con todo esto.
Te había dejado de hablar, deseando que lo notaras y que algún día decidieras volverme a hablar. Pero no ocurrió y fue cuando decidí indagar y ver qué había pasado aunque me quedé como estaba: sin respuestas y con tu imagen en mi cabeza pese a que yo sabía que tenía que olvidarte.
Y ahora estaba frente a ti otra vez, con unas copas encima y los efectos de la drogada. Intentaba sonreír, intentaba de veras que él no notara raro en mí. Él me felicitó, era mi cumpleaños, y hablamos de cómo le habían ido los exámenes que en teoría habían sido los culpables de que no hubiéramos quedado. Y entonces fue cuando le pregunté que por qué no me había vuelto a decir nada, que por qué llevaba tanto tiempo sin saber de él. Podía haberme dicho algo, podía haber dicho una frase como las que he dicho anteriormente y haber solucionado todo y, sin embargo, una multitud de excusas salieron de su boca: que si había pasado de todo el mundo, que si había estado ocupado, que si después le dio vergüenza volver a hablarme... Una serie de cosas que no sé si creer o no y que me hicieron preguntar "¿Puedo volverte a hablar?¿podemos volver a lo de antes?" y ahí fue cuando volvió a mencionar lo liado que iba a estar, lo ocupado que estaba y que lo más seguro es que fuera difícil el hecho de volvernos a encontrar.
Me seguía mirando, yo no sabía qué decirle, no sabía qué hacer y fue cuando me besó y nos liamos durante unos instantes. "¿Te veo a las cinco, dentro de dos horas?" y él respondió que lo intentaría, que no estaba seguro pero que lo intentaría.
Nos separamos y no sabía cómo sentirme, no sabía qué hacer y yo quería seguir viéndole, verle a las 5 y nada más pese a que sabía que lo más seguro es que no apareciera, que se estaba riendo de mí otra vez y que tenía la respuesta en eso de que no podría quedar estos días que quedaban de curso. Pero allí apareció, se dio la vuelta desde donde estaba para ir a buscarme, para estar conmigo y allí, en ese local que solo está abierto a altas horas de la noche, nos liamos durante casi una hora entera entre todo el fluir de la gente. "Vente a mi casa" le dije, "vente"... y al final fue allí donde terminamos para mi sorpresa.
Y hasta ahí se supone que las cosas iban bien, que había salido de fiesta y que la drogada y esas copas de más habían conseguido traerle hasta mi casa donde se suponía que estaría bien. Pero fue todo lo contrario, la droga hizo que aquello ahí abajo no funcionara, que por mucho que yo lo intentara mi mente decía que sí pero mi cuerpo no conseguía asimilarlo. Me puse nervioso, me daba vergüenza que él me viera así, había estado esperando aquel momento durante tanto tiempo y ahora tenía que pasarme eso... Habíamos pasado ya demasiado tiempo liándonos y en ese momento debíamos pasar a otras cosas. Yo estaba medio temblando, estaba como asustado porque quería que saliera bien, lo único que yo pretendía era que él pasara un buen rato. Pero resultó que tampoco yo era capaz de conseguir eso. Yo era la cosa más inútil de mundo y así fue como me sentí. Iba a destiempo, no tenía ritmo, su cuerpo y el mío seguían líneas y movimientos diferentes. Lo estaba haciendo mal, lo estaba pasando mal. Todo lo que había aprendido con otros tíos con él no me valía para nada, era como si nunca hubiese estado con alguien. Yo solo quería que estuviera a gusto.
Entonces llegó un momento donde él me dijo "tienes una hora para hacer lo que quieras, después me iré" y supe que debía hacer cosas que nunca había hecho. Estaba asustado, nunca le había hecho eso a alguien y lo único que conseguía era ahogarme y atragantarme. No podía respirar, y por mucho que lo intentaba parecía que no salía bien. Lo peor fue cuando vi que se había quedado dormido mientras yo hacía eso, que mientras yo intentaba que se sintiera bien él se había dormido sobre mi cama. Estabas ahí dormido, tendido sobre mis sábanas mientras yo estaba mirándote con cara de subnormal sin saber que hacer.
Te desperté pasado un rato y te fuiste de mi casa "hasta la próxima" me dijiste, y me dolió realmente ver cómo te marchabas. Después de eso me sentí como una mierda, me sentí la cosa más horrible del mundo porque no tengo ni idea de nada. La jodí completamente con mis drogas y mis nervios y siento que te hice perder el tiempo.
Pese a eso hay cosas que no entiendo, no sé si es real la forma en la que me mirabas, la forma en que me abrazabas. Durante esos momentos era como si las cosas fueran diferentes, eras infinitamente cariñoso conmigo y no sé si son cosas inventadas de mi cabeza o realmente pertenecen a la realidad, pero la manera en que me abrazaste cuando te desperté no sé, me hizo realmente feliz.
Puede sinceramente que yo sea una persona que simplemente esté falta de cariño y que a la mínima que ocurre algo de esto ya estoy inventando lo que me da la gana y pensando cosas que no son. Ni siquiera sé lo que siento por ti. Si releo esto que he escrito va a parecer que eres lo que más quiero en el mundo y que estoy pillado por ti, pero realmente no creo que sienta eso. No sé qué siento, no sé qué sentir, realmente apenas te conozco, no tengo motivos para pillarme por ti pero sin embargo no entiendo qué ha ocurrido del todo.
Hoy te he preguntado que si querías quedar y la respuesta no ha sido otra cosa que otra negativa. Yo quería quedar contigo y una parte de mí siente como si te rieras de mí otra vez. No sé qué pensar sobre ti, no sé si de alguna forma me tienes algo de cariño o, por el contrario, soy esa persona que viste de fiesta y que quisiste en ese momento en el que ibas con unas copas de más.
Igual es que soy muy desconfiado, igual es que lo anterior me hizo daño y siento que está volviendo a pasar lo mismo. No sé qué piensas, no sé qué es verdad y qué no, sé que eres buena persona y sé que en esos momentos eres un cielo conmigo, que eres el tío con el que más a gusto he estado. Pero me mareas, quiero fiarme de ti pero mi mente a veces dice que no puedo.
No sé nada, pero sí sé que cuando nos besamos y cuando estamos juntos parecía que era diferente, parecía que sí que había algo más que un interés y tengo la cabeza hecha un lío. Pese a todo esto parece que lo único que sé es que voy a ser lo suficientemente gilipollas para arrastrarme y preguntarte hasta el último día en que esté en esta ciudad si te apetece pasar un tiempo conmigo, cosa que dudo si sucederá o no.
Estoy cansado de que me ocurra siempre lo mismo. Una amiga me dijo que aprovechara estos momentos, que los momentos de incertidumbre son los más bonitos, pero estoy harto de vivirlos. Estos momentos donde no sé nada es lo único que he vivido hasta ahora y solo quiero saber si va a salir algo bien o mal sin la necesidad de que día tras día mi opinión sobre si saldrá bien o mal varíe tantas veces.
Debo de ser una persona extremadamente obsesiva, una persona que está realmente mal de la cabeza. Quiero una estabilidad, quiero tener las cosas claras, quiero esa estabilidad porque la incertidumbre me mata. Ahora solo estoy preocupado por si querrás saber algo más de mí, por si nos volveremos a ver, cuando se supone que no debería, que lo que debería de hacer es pensar que si quieres quedar yo estaré contento y que si no, no tiene la menor importancia. Y todo esto se junta a más cosas que hacen que me replantee mi existencia. ¿Qué hago aquí?¿Por qué he estado tomando drogas?¿Qué estoy haciendo con mi vida? Son demasiadas las cosas que están ocurriendo ahora mismo y siento que no puedo con todas, que tarde o temprano me perderé.
Y en fin, no creo que nadie se interese por esto, no creo que nadie lea esto hasta el final. Pero simplemente necesito superar todo esto, volver a estar como antes y volver a tener esa sensación de que puedo hacer lo que quiera y dejar atrás a esa sensación en la que mis ánimos disminuyen por el hecho de estar perdido.
Estoy perdido, muy perdido, no solo por estos temas sino también por más. Estoy perdido y quiero encontrarme a mí mismo para sentir que vuelven a tener sentido las cosas.
03-06-2014.