viernes, 6 de septiembre de 2013

Substitute For Love.

Abres los ojos. Ya no sabes escribir, puede que nunca hayas sabido escribir, puede que hayas creído siempre que una parte de ti sí que sabía, pero ahora llevas tanto tiempo sin hacerlo que comprendes que quizá era algo absurdo. El verano termina, llega a su fin, sabes que no es lo único que termina. Has olvidado cosas, puede que demasiadas. Has olvidado a ser tú.
Las largas noches sin pensar, las largas horas que tu cabeza no ha hecho más que dar vueltas sin sacar nada en claro. Poco ha poco has dejado de ser tú, poco a poco has acabado por abandonarte, a sumergirte en los abrazos de los amores de verano, esos amores que hacen que te olvides de todo y que tu mente se pare, viaje a lugares a los que no sabes si es bueno que vayas. Comienzas con el primer beso, el primer trago de algo que es familiar pero único en cada momento. La botella baja, bailas, es verano y estás en el campo, la noche es más alegre y salvaje que en las urbes de piedra. Te pierdes a ti mismo con cada copa y cada baile, tu amor de verano te ama y te hace perderte cada vez que tu cuerpo siente la música.
Cada día una botella distinta y por la noche ya no recuerdas qué es lo que debes beber, el amor de verano te dice que vayas, que bebas más y que sea tu amante para siempre. Te vuelves loco, te alejas de la realidad, te alejas de una realidad que no quieres para ir a otra que tampoco te gusta ¿Dónde se encuentra tu verdadera realidad? Abres los ojos y la botella permanece junto a ti, intacta, con varios chupitos aún sin beber. Ya tienes algo para desayunar.
Puede que destruyamos todo lo que tocamos, puede que una parte de nosotros se encargue de destruir aquello que más queremos. Puede que sea el momento de reconstruir todo, de volver a la vida que teníamos, de dejar el alcohol a un lado y dejarlo como amor de verano de esos que se pierden al comenzar Septiembre.
El alcohol está bien para un tiempo, está bien si quieres dejar de ser tú durante un tiempo, es un buen sustituto para el amor, puede que siempre todo gire en buscar un sustituto para el amor, en buscar aquello que da un sentido a todo.
Todo vale en este juego, todo vale por encontrar un substituto, todo vale en este juego por encontrar aquello que buscas. Y ahora es el alcohol quien ha entrado en el juego.