No pensar. No pensar. Mirar a la pared. Estarse pasando el tiempo, mirando a la pared. Sin pesar. No tienes que pensar, porque no puedes arreglar nada pensando. No. Estás aquí quieto, tranquilo. Tú eres bueno, tú has querido hacerlo bien. Todo lo has hecho queriendo hacerlo bien. Todo lo que has hecho ha estado bien hecho. Tú no tenías ninguna mala idea. Lo hiciste lo mejor que supiste. Si otra vez tuvieras que volver a hacerlo...
¡Imbécil!
No pienses. No pensar. No pensar. Estate tranquilo. No va a pasar nada. No tienes que tener miedo de todo. Si pasa lo peor. Si te ocurre lo peor que te pueda ocurrir no pasa nada, ya lo has pasado mal otras veces. Has intentado hacerlo todo bien... No pasa nada, puedes vivir sin ello, acabarás acostumbrándote a vivir sin ello. Ahora tienes que tranquilizarte, no pensar en ello. Podrás salir adelante, podrás hacerlo. Nada puede hacerte daño, nada puede aquí, nada. Tú estás tranquilo. Yo estoy tranquilo. Estoy bien. No puede pasarme nada. No pensar tanto. Es mejor no pensar.
(Inspirado en Tiempo de Silencio)
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