jueves, 14 de noviembre de 2013

Yourself.

Ya todos duermen, ya es muy tarde. Deberías estar durmiendo pero sabes que no puedes. El día ha pasado y apenas has sido tú, has estado en clases y ahí tu mundo se ha parado, solo oyes cosas que no te interesan, cosas que debes aprender. Cosas que quieres que te valgan de algo y que simplemente se quedan ahí para después ser olvidadas.
Ahora necesitas tiempo para ti, tiempo para ser tú. Un tiempo que solo te pertenezca a ti y que te haga sentir vivo de alguna manera. Sabes que este es el año de la frustración, que este es el año en que tienes que definir quién eres, qué vas a hacer. Todo el mundo te obliga a ello, tú mismo te obligas a ello. Sabes que es lo que tienes que hacer, sabes que si no todo lo que estás haciendo no te servirá de nada. Estás desesperado por saber qué eres tú.
Parece que es durante la noche donde cuando antes todo venía a tu mente más rápido. Era el momento de soñar, de escribir, de hacer que las cosas se volvieran diferentes. Ahora parece que eso da igual, que se ha acabado, que todos tu esfuerzos de ahora parecen ver su fin en cosas diferentes. Ahora no eres más tú.
Ahora te sientas en el sofá con el teclado entre tus manos. Te pones los cascos y sacas de su caja el disco que has estado escuchando una y otra vez cada día, ese disco que habla sobre el sueño americano, ese disco que hace que todo cambie. Y ahora lo escuchas una otra vez, tal y como hacías entonces. Sus melodías entran el ti, sus letras te hacen llorar. Lo escuchas una y otra vez durante toda la noche. Se termina. Nada cambia. Tu permaneces llorando sin saber qué hacer, sin saber qué debes hacer para ser feliz. Has escuchado el disco, todo sigue igual, nada ha cambiado.
Puede que ya no vuelvas a ser tú nunca más.

No hay comentarios:

Publicar un comentario